Para Travy Joe, este lanzamiento representa una etapa de madurez espiritual y artística, entretejida con su testimonio personal de sanidad y restauración. Su colaboración con Sheila Romero, quien marca con esta canción un esperado regreso a la música, representa un tiempo de cumplimiento y propósito. Juntos, dan voz a quienes han dudado, sufrido o sentido que Dios guardaba silencio.